Un año más que ha pasado, y un año menos que nos queda para hacer méritos para compartir proscenio con Troilo y Gardel. Un año para olvidar en general, y un año que quedará marcado en la historia de España como difícilmente empeorable. Y no solo en el aspecto económico, ese que nuestro Gran Lider Cósmico iba a arreglar despues de dos tardes de estudio sino mucho peor, en el aspecto social y moral, con la aceptación ya plena de que es lícita la selección y asesinato de seres humanos por razones de raza, sexo o aspecto físico, actitudes nazicomunistas aceptadas entre aplausos por nuestro parlamento. Pena que no se aprobara con caracter retroactivo. Ahora, para más recochineo, la ínclita Pajín propone la aprobación de una ley,” la Ley integral de igualdad de trato y no discriminación”, en un país donde ya está vigente otra que no da igualdad de trato y discrimina hasta la eliminación selectiva a parte de la población. Acabaremos echando de menos a Aido, sombra más fuerte que la muerte. Todo muy moderno, muy de diseño, aséptico y en celofán, covenientemente presentado sobre el hinchado vientre violado de una niña de once años y sobre los inexistentes recuerdos de un babeante anciano vegetalizado.
No, no puede ser un buen año aquel en el que han muerto Blake Edwards, Denis Hopper, Salinger ni, por supuesto, Rubén Juárez. Pero sobreviviremos.
Por otro lado la Argentina parece estar pasando una buena época, días de vino y rosas ahora que nombramos a Edwards, posiblemente a rebufo de su vecino carioca. Se ha invertido el flujo de la emigración y ahora son ingenieros, universitarios bien formados o emprendedores españoles los vuelan para allá buscando oxígeno. El corredor atlántico como vía de ida y vuelta, ¡Perdiste, España!. Esa cresta en la que está ahora montada la Argentina hay que aprovecharla porque pasará, la historia lo demuestra, más pronto que tarde. Esa misma historia que une en indisoluble binomio crisis y Argentina, tan indisoluble como Bourbon y Sinatra. Recuerdo con deleite cómo el gran crooner de Los Angeles hacía parar a su orquesta en mitad de un tema para que algún colaborador suyo le subiera una copa al tiempo que susurraba mirando la superficie viscosa: “Jack Daniels, el único amigo que nunca me ha fallado” .
En fin, en el fondo me alegran estos tránsitos migratorios, herida el alma por la evocación. ¿cómo podría se de otra forma si el tango es deudor de ellos?
Sin embargo, Dios aprieta pero no ahoga. Y en lo referente a mi afición tanguera este ha sido uno de los mejores años que recuerdo. Solo he estado dos veces en Bs As este año porque no pude ir en Diciembre, y junto a mis dos pedidos semestrales a Zival's hacen un total de unos treita Cd's y no menos de quince espectáculos de los que ya he hablado en otras entradas. En esta ocasión, y no pasa siempre, estoy más contento del directo que del enlatado. Además me alegra que la gente que me acompaña en los periplos porteños disfruten como parece que lo han hecho este año.
Pero dos, dos, son los hitos más importates en mi año tanguero. Uno es el descubrimiento del fenómeno, porque eso es, un fenómeno con sus gurús, sus locales, su legión de desinteresados fieles y su filosofía, de EL TANGO VUELVE AL BARRIO (ETvaB), con Cucuza y Moscato y toda la tropa de EL FARO. Verdadero movimiento popular creador de un espacio cálido, de una ensenada amable en la que se refugian la mitad de los tangueros porteños en los entreactos de sus batallas, entre escenario y escenario, como el soltero que vuelve a casa de sus padres a buscar la seguridad de la tribu y la ropa limpia. Ya he hablado en algunas ocasiones de esto y no me voy a extender, pero creo que que no hay un fenómeno tan interesante en el panorama de la noche tanguera bonaerense como ETvaB.Y si las autoridades no tuvieran como principal ocupación gastar nuestros impuestos en meter las narices donde un grupo de ciudadanos voluntaria y libremente lloran y ríen, podría ser aún mejor.
El segundo gran hito en mi año tanguero es la publicación de un Cd. Tampoco es simplemente un Cd, es la culminación de un proyecto necesario, el de la recuperación del cantante CON orquesta, no del cantante DE orquesta, cantante de baile, del gusto del auditorio, algo así como Castillo, Marino,Corsini o Magaldi, o en femenino, la Merello. Cantantes que abandonaron las orquestas de director para contratar ellos mismos al director de SU orquesta. Ya el año pasado con Guillermo Fernández y su disco “DESEO” se atisbaba algo, pero Ariel Ardit y su trabajo “A LOS CANTANTES” es a mi modo de ver lo mejor que le ha ocurrido al tango este último año. Una pena que por pocos dias no pudiera acercarme al ND para estar presente en la grabación. La renovación del tango a partir de la época dorada. Nos movíamos últimamente entre dos corrientes: la Piazzolliana con cientos de grupos transitándola ( ¡Qué diría Astor de que todo el mundo la transite y nadie la transgreda!) y los jóvenes cantantes demasiado escorados a temas de los 30', piola, compadrito y canfinflero. Pero en esto ha llegado el cordobés Ardit haciendo suyo un proyecto de calado, sacando del imaginario colectivo a la realidad a todo aquello que nuestros viejos habían bailado y poniéndolo como punta de lanza. Ardit lleva siendo, a mi modo de ver, la voz del tango hace ya varios años, y si no tiene el tirón de Castillo o de Fiorentino es porque la importancia mediática y social del tango en esta época no es la misma que en los 40', y porque no hay un Piazzolla dispuesto a ningunear a un Troilo.
Todo en este trabajo es impecable, la elección de los temas, la puesta en escena (viene acompañado de un DVD), el piano a un lado, la orquesta al otro ( ¡Qué gran cantera la de Balcarce! Creo que tengo que dedicar una entrada a la Orquesta Escuela, verdadero vivero de músicos en la actualidad) y él en el centro, como resultado de una pasión. Ves a Ardit cantar con esa cara de felicidad, de orgullo de sí mismo, enchido de tango y de orquesta y te reconcilias con el 2x4, con la Argentina, con K.K., y hasta con el mismísino General Perón.
A Ardit lo conozco desde finales de los 90' cuando alguien me habló de él como meritorio en lo de Roberto, y dos años más tarde lo oí en directo en una milonga multitudinaria en Corrientes un mes de Diciembre creo que del 2002 cantando con EL ARRANQUE. Posteriormente lo he visto en muchas ocasiones porque no me resisto a ello si coincido con él en Bs As. Lo vi hace dos años en el Torcuato compartiendo con Ledesma, ese tipo que parece que no va a llegar nunca al próximo concierto, anteriormente en el Velmar acompañando a Ramiro Gallo en la presentación de su disco “Raros”, y aún antes en el Coliseo con la orquesta de El Arranque con Garello y Marcelli presentando su disco “Maestros”. Y en algún lugar que se me olvida, quizás en el Cervantes con la Juan de Dios Filiberto y creo que Marconi a la batuta.. (Por cierto, vaya ojo tiene los de El Arranque para fichar cantantes, primero a Ardit y ahora a Noelia Moncada ¡Vaya mina!¡Qué maravilla su versión de “Fuelle”!. Enhorabuena,Varchausky y demás). El mérito del disco es suyo y la orquesta suena impecable, ¿cómo es posible tanta humildad para tocar como los ángeles y sin embargo no eclipsar al cantor? Emociona, y más cuando ves tocar a Mulé, a Pereiro, a Chaile , el piano de Linetzky o el violín de Gallo, casi todos ellos herederos de Balcarce y a su vez maestros de sus propios grupos poniéndose al servicio de una causa común, sin que destaque ninguno de ellos, como devolviendo parte de lo que les ha sido revelado para que las nuevas generaciones hagan lo propio.
A raiz de este disco estoy repasando mi discografía de los 40'y 50', y recordando que las Geografías Tangueras XXIX y XXX dedicadas a las grandes orquestas han sido con las que más he disfrutado escribiéndolas. Reoyendo a los Fresedo con Roberto Ray , a Caló con Iriarte, a Francini y Pontier con Berón, a Di Sarli con Rufino, a De Angelis con Dante y Martel, a Troilo con Fiorentino o a Podestá con todos ellos , no puedo menos que lamentarme de que sólo fuera un eslogan aquello que gritaban los sesentayochistas parisinos :”¡rompamos los relojes para detener el tiempo!”.
Repito, estos son los hitos más importantes de este año en MI relación con el tango. Ya se , imagino, que es más importante en la historia del tango la muerte de Juárez, este primer año de Patrimonio intangible de la humanidad o incluso la recuperación de un local mítico, los 36 Billares, para el tango de calidad, pero por obligaciones personales ( maldito inglés) hacía tiempo que no escribía, y quería hacer algo más ligero. Mil perdones.
Propongo a mis lectores, ya se, escasos, un juego. Contadme en vuestros comentarios cuáles han sido vuestros hechos tangueros más impactantes del pasado año. Podíamos hacer un divertido “happening”, y de paso nos olvidamos un poco del Banco Central Europeo, del Fondo Monetario Internacional y de la Reserva Federal. A vivir, que son dos días.
GAVION
Me llega una triste noticia mientras escribo esta entrada, siempre nos abandonan los buenos:
"Apaguense las nuevas luces del viejo varieté
por que me muero si me quedo
pero me muero si me voy
yo quiero vivir en vos"
Maria Elena Walsh
