Tango y burdel II
Dentro de los tres grandes estilos de la música popular rioplatense, no es fácil encontrar valses o milongas donde el tema de la prostitución esté presente, y he dicho que es difícil aunque no imposible. Sin embargo, en el tango, y por su condición eminentemente urbana contraria a los estilos anteriores, sí es un tema recurrente. Aún así, bien sea por la censura, bien por la sensibilidad de los letristas o bien por ambas cosas, casi siempre se trata de forma implícita. Es lo que tienen las épocas de prohibición, que estimulan la creatividad.
Voy a referirme, sin embargo, a dos obras de dos grandes poetas del tango: Horacio Ferrer y Eladia Blázquez. Creo que no hay tangos donde se relate de forma más descarnadamente hermosa la vida de las paicas, percantas o grelas de alquiler.
Horacio Ferrer era el letrista favorito de Astor Piazzolla, con el que escribió incluso la letra de la ópera piazzolliana "María de Buenos Aires". Esa sería suficiente presentación, pero es que , además, aún vive y es el presidente de la Academia Nacional del Tango, cuya sede está justo encima del famoso Café Tortoni. Yo he hablado con él dos veces. La primera hace unos años en una fiesta de egresados (preciosa palabra en desuso en el reducido vocabulario que usamos en la madre patria) de una promoción de estudiantes de música de la misma Academia Nacional, y la otra el año pasado en el festival de Granada. Es un hombre pequeño, de estravagante pinta y aparentemente algo ajeno a la realidad. Como poeta es, a mi modo de ver, muy setentón, y capaz de alternar preciosas metáforas con algunas otras de dudosa belleza, por decirlo elegantemente. Zuppi no le da bola y piensa que todas son del segundo grupo, pero creo que eso es más culpa de nuestra compañera que de Ferrer. Excepto de Gran Hermano, de todo se puede sacar algo de belleza. En su obra "La última grela" hace una descripción sensible y tremenda de la vida de estas mujeres presentándolas como un espectro en tercera persona entre el poeta y el lector.
Espectro que llega:
"del fondo de las cosas y envuelta en una estola
de frío, con el gesto de quien se ha muerto mucho
vendrá la última grela, fatal, canyengue y sola
taqueando entre la pampa tiniebla de los puchos"
Espectro que se vende:
"Y un sordo carraspeo de esplín y de macanas
tangueándole en el alma le quemará la voz
y muda y de rodillas se venderá sin ganas
sin vida, y por dos pesos, a la bondad de Dios"
Espectro que se difumina muerto en vida:
" ¡qué sola irá la grela, tan última y tan rara!
sus grandes ojos tristes trampeados por la suerte
serán sobre el tapate raido de su cara
los dos fúnebres ases cargados de la muerte"
A mi modo de ver éste es, junto a "balada para mi muerte", el mejor tango del poeta.
La otra obra que quiero traer a esta entrada es una obra muy poco conocido de la gran poetisa del tango, Eladia Blázquez. Ya he dicho en alguna ocasión que esta mujer es una de mis debilidades, que la creo infravalorada y que si quitamos al póquer de letristas ( Manzi, Expósito, Cadícamo y Discépolo) no hay nadie que la supere.
La canción se llama "Prostibularia" y pertenece a un musical que ha recorrido medio mundo: "Tanguera". Con canciones de Eladia Blázquez, Mariano Mores y algunos temas clásicos, unos pibones de impresión y, lástima, música enlatada para que no sea perfecto. En diciembre de 2001, recién instaurado el "corralito" vi esta obra en un teatro de la calle Corrientes. Como la situación ere la que era, en el teatro estábamos quince o veinte personas apenas. Mi hermana, que me acompañó a ese viaje, yo y un grupo de chilenos. Aún así no se sintió nada de frío y aplaudimos doblemente al acabar la función.
En esta ocasión el poema va dedicado a la propia interesada en una clave, muy argentina por otra parte, de aceptación de la fatalidad:
"tenés que acostumbrarte a este lugar
a este perfume acre que hace mal
te vas a acostumbrar
tambien a este dolor
de confundir metal con el amor
.
te vas a acostumbrar
a ser tan solo un nombre de ficción
.
tenés que acostumbrarte a este lugar
a darte sin quererlo y sin pensar
al vaso del alcohol
al rojo del carmin
a repetir los gestos en sinfin
.
a maquillarte el alma en soledad
lo se muy bien, te vas a acostumbrar
a no encontrarte más
a no buscarlo a Dios
para olvidarte así tambien de vos"
.
Son dos ejemplos duros y bellos. Bastante más bellos, pero bastante menos duros de digerir que esta entrada que llega a su fin.
Y ahora, tras el paréntesis que supuso GEOGRAFIA TANGUERA XIX, recuperamos el exitoso concurso "gardelín de oro".
En el capítulo I del ya casi agotado libro de la propietaria del blog, se pueden leer los siguientes versos:
" mañana zarpa un barco
tal vez no vuelva más"
Pues eso, ánimo y a ver quién adivina de qué tango se trata.
Un abrazo a todos mis incondicionales. GAVION
6 comentarios:
Creo que tus lectores son uns salidos
Hola Gavión, entro en tu blog para desearte una pronta recuperación. Un abrazo.
Bueno, mejoramos o qué?
Reaparezco Gavión.
Título del tango: Mañana zarpa un barco.
Letra: Homero Manzi
Música: Lucio Demare
1942
Un fuerte abrazo.
gavión, estas en todas. Qué bueno tener un amigo como vos que te ponga al tanto de todo lo que pasa con el tango, tanto sea en Buenos Aires como en Valencia y Granada. Además de compartir en casi todo el gusto por los mismos autores, cantantes y otros, que tienen que ver con el tango. Es un placer leer tus editoriales o notas o como las llames, compartir tu "bronca" contra los que no respetan ni al tango ni a ellos mismos. compartir tus elogios a tipos como Lucio Arce, con quien compartí su unipersonal en EL FARO cuando vos Gavion estabas en Valencia escuchando todo en vivo,no sabes la emoción de saberte cerca y lo bueno que estuvo el show. Nos vemos, saludos a la dueña o sea Carmen. margarita de boedo (aunque hoy viva lejos de ese barrio).
Margarita, de nuevo gracias por tus muestras de cariño. Un cariño que enpezó, bien lo sabes, por el Tango, pero que lo ha trascendido. Generoso por tu parte e inmerecido por la mía. Ya se que hace tiempo que no escribo nada, ya sabes que va por rachas,pero te lo debo y me pongo a ello. Gran abrazo a Antonio y a toda la familia farolera a la que echo de menos.
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