14 de junio de 2009

GEOGRAFIA TANGUERA XXIV-Tango machista


Hace algún tiempo que quería dedicarle una entrada a una amiga que frecuenta estos pagos y creo que he encontrado el tema apropiado. Mi amiga es Bibiana “Idi Amín” , la carnicera de los Gazules. Máximo exponente de este gobierno-lacra que padecemos, infame en lo práctico y leve en lo intelectual, y que se regocija en estar instalado en la intransigencia de la corrección política, lo que les lleva a prohibir todo aquello que esté en contra de su idea del bien con las técnicas de los totalitarismos conocidos, esto es, anulando al individuo y ahogando cualquier atisbo de rebeldía social. Esta entrada sobre TANGOS MACHISTAS está dedicada especialmente a ella, a ella que quiere convertir este lugar en una especie de campo de exterminio de pequeños seres indefensos. Su proyecto de aborto libre universal es, sin duda, la más acertada política de desigualdad machista aunque solo sea por la descompensación numérica de sexos que provoca (a las pruebas me remito) y que pone a la minoritaria mujer en situación de inferioridad y al hombre, mayoritario, en posición de dominio. No hay mas que ver la Argentina de principios del XX, donde esa asimetría provocó la aparición de un número de mafias prostibularias infinitamente superior a las neuronas que vegetan en la cabeza con mechas de nuestra “Mengele” particular.
Con un poco de suerte, después de leer (o de que le lean) esta entrada colmada de tangos muy poco paritarios, manda a la clandestinidad a todos aquellos que tengamos una discografía con más del 60% de música compuesta o cantada por hombres. Podremos decir, entonces y con orgullo, que estamos en el lado oscuro de la ley. Ya es mucho más que ella, que solo está en el lado sucio. ¡Qué pena que entre estas paicas que pueblan historias tangueras no se encontrara nuestra amiga Bibí.!



El tango es en su origen una música varonil, de guapos sin grupo, de malevos valientes y de compraditos que dominan a las minas. La relación entre gaviones y minas ya quedó desarrollada en la entrada TANGO Y BURDEL de este mismo blog. Pero cuando el hombre se siente engañado o no correspondido, se huele la tragedia.



Enrique P.Maroni nació en 1887 y fue un hombre de teatro, escritor de sainetes y locutor de radio en un país que borda esta faceta. Escribió más de 100 tangos, de los que Gardel le grabó casi una veintena. En 1924, junto a Contursi, compuso la letra de La Comparsita (“si supieras que aún dentro de mi alma...) que fue el origen de uno de los pleitos más largos y dolorosos de la galaxia tanguera, resuelto cuando ya casi todos sus actores estaban muertos, y eso que aún no frecuentaba Garzón esas tierras australes. En 1929 escribe una divertidísima milonga llamada TORTAZOS. En ella un tipo se topa con un antiguo amor y le recrimina, con términos algo desconsiderados, su actitud arribista.

La tacha de buscona:

“Te conquistaron con plata
y al trote viniste al centro...”

De estafadora:


“M´ijita, me causa gracia
tu nuevo estado civil,
si será gil ese gil
que creyó en tu aristocracia...”

Y acaba con una amenaza más que merecida:


“no te rompo de un tortazo
por no pegarte en la calle”





Dentro de la extensa lista de poetas uruguayos, muy dados a las milongas y a los tangos camperos, se encuentra Francisco Brancatti. En 1930 escribe el tema CONTRAMARCA, también grabado por Gardel. El protagonista es uno de esos tipos duros que lloran sus penas de amor traicionado tragando a partes iguales saliva y ginebra y que pueblan la tradición gauchesca. El tipo se encuentra delante de su mina que pretende volver a su lado no se sabe desde dónde, aunque se intuye, la muy fresca.

Bien merecido tiene su castigo:


“Y esa flor que mi cuchillo
te marcó, bien merecida
la llevarás luciendo en el carrillo
para que nunca en la vida
olvides tu traición.”

Esa traición que hace que la yegua en cuestión pase a pertenecer a otra cuadra:

“no me vengas a enredar,
tenés contramarca,
sos ajena a este corral”

Así pues, aléjate de aquí, que vienen palabras mayores:

“De juro te lo digo
que al lao del tigre
es fácil que peligren
las zorras como vos”

En fin, elegante a la vez que irrefutable.



Aún puede ser peor a tenor de lo que le pasó a la “china” de Alerto Arenas, otro gaucho que no se quedó en amenazas. Julio Navarrine es otro de esos poetas que pululan por el cielo del criollismo gauchesco, lo que se dio por llamar el “tradicionalismo”. Junto con su hermano Alberto formó un curioso conjunto llamado “Los de la raza” que por las fotos de las que dispongo era una mezcla de coros y danzas con habitantes de los falansterios pampeños. En los años 20 viajaron por toda Europa y tuvieron gran éxito en Madrid y Barcelona. ¡Qué tiempos, señores, qué tiempos!. En 1927 escribe el tango A LA LUZ DE UN CANDIL, donde el personaje principal, Alberto Arenas, hace justicia. El tipo encuentra a su “china” encamada con su (de él) mejor amigo. No ve de recibo que su china cruel le basurée con el sotreta de su amigo, así es que los dos cuerpos se convierten en vainas para su facón y se presenta ante el juez seguro de su complicidad:

“las pruebas de la infamia
las traigo en la maleta,
las trenzas de mi china
y el corazón de él”

En fin, los jueces de mármol deben comprender, y aplaudir, que a veces la vida te obliga matar. Esa sensibilidad la ha perdido la carrera judicial.




Edmundo Rivero es uno de los ochomiles de la cordillera del tango. Compositor y letrista, cantante de la orquesta de Troilo y también en solitario y propietario del mítico y hoy tristemente “japonizado” Viejo Almacén. Su milonga AMABLEMENTE es quizás la expresión mas clara de esa forma de ver las cosas, de esos valores en las relaciones humanas tristemente superados. La transcribo casi entera porque es digna de estudio:

“La encontró en su bulín, y en otros brazos...
Sin embargo, canchero y sin cabrearse
le dijo al gavilán:”puede rajarse,
el hombre no es culpable en estos casos.
Y al encontrarse a solas con la mina,
pidió las zapatillas, y ya listo
le dijo cual si nada hubiera visto:
“cebame un par de mates, Catalina.”
La mina, jaboneada , le hizo caso,
y el varón, besuqueándole la frente,
con gran tranquilidad, amablemente,
le fajó treintaycuatro puñaladas.”

La justicia del guapo es implacable.


Por si estos comportamientos no estuvieran justificados, ahí va una vuelta de tuerca más. El taita enamorado mata por honor. Por el suyo y por el de su mina. Y ese comportamiento le lleva a la cárcel en muchas ocasiones. Al salir de la cana, vuelve a buscar a su china, y pasa lo que pasa si el recibimiento no es el esperado:

En 1927, el sainetero y poeta Alberto Vacarezza (también entroncado con la truppe de “los de la raza”), escribe ARACA, CORAZON. En ella construye un personaje entrañable, un tipo enamorado que a la gayola va por culpa de ella, mientras que la paica se echa a rodar por las esquinas de Buenos Aires. Cuando sale libre va en busca de ella y le perdona su traición a cambio de su vuelta, pero:



“volver no puedo, dijo la paica,
el amor mío ya se acabó”

¿para qué tantos años purgando en cana?:

“pasó una sombra, se oyó un balazo
cayó la paica, y una ambulancia
tranquilamente se la llevó”

Y otra vez a la cárcel, es la fatalidad necesaria y asumida con naturalidad.



En 1930, el pianista Enrique Delfino pone música a una letra de Alberto Ballesteros para dar forma al tango DICEN QUE DICEN. De nuevo un tipo que sale de la cárcel y encuentra su paquete ya abierto. La suerte está echada, y eso que no empieza mal del todo:


“Vení, acercate, no tengas miedo,
que tengo el puño, ya ves, anclao”

Pero la fuerza del destino es más fuerte que cualquier promesa:

“ y cuando quiso justo el destino
que la encontrara , como ahora a vos,
trenzó sus manos en el cogote
de aquella perra...como hago yo”


Todo esto de los presidiarios y de las deudas saldadas puede parecer un poco excesivo, pero pónganse ustedes en el caso del siguiente tipo. Un buen hombre se enamora y vive su pasión en un cotorro con la mina de sus sueños. Por colmarla de atenciones roba y se hace chorro. Pero un día la cana llama a su puerta y le espera la penitenciaría de Cuatrocaminos, la más dura y austral de Tierra de Fuego. ¿Y la mina, mientras tanto, qué hace?



“Pa Tierra del Fuego al punga embarcaban
a las seis en punto de una tarde fría.
A las siete, ella se apiló a otro rufa;
a las ocho, andaba con él de garufa, y
al sonar las nueve, curda se reía”


Como esta primera parte de la entrada no quiero acabarla con mal sabor de boca, con muertes, asesinatos, cárceles y demás, daré un giro de 180 grados. A veces, la traición y el abandono no acaba de forma trágica. En las mismas fechas que casi todo lo anterior, 1930, Discépolo (del que ya hemos hablado en otras entradas) compone y escribe una obra humorística menor de su producción. En Discépolo lo menor es estupendo, y lo mejor sublime, así es que VICTORIA es un tango que ya lo hubiera querido escribir cualquiera:

“¡Victoria, saraca, victoria! Pianté de la noria
¡se fue mi mujer!
Si me parece mentira después de seis años
volver a vivir,
volver a ver mis amigos,
vivir con mama otra vez.
¡Victoria, cantemos victoria!
Yo estoy en la gloria
¡se fue mi mujer!”

Pero, claro, este tipo no era un gaucho, era un fifí de anchoas por bigotitos. No es lo mismo.


Por hoy acabo. He hablado de hombres que desprecian, vilipendian, maltratan e incluso matan mujeres. Pero hay mujeres en el tango a las que les gusta que las desprecien, vilipendien, maltraten e incluso maten. De esos tangos hablaremos en la próxima entrada.

El Gardelín de oro ya acabó con todos los capítulos el afamado libro zuppero, pero repasando he visto que han quedado algunos sin contestar, y eso no es de recibo. Recuperamos los capítulos perdidos.
Veamos, incondicionales. En el capítulo XVI del libro de la propietaria del blog se puede leer el siguiente encabezamiento:

“¿Quién te iguala por tu rango
en las canyengues quebradas del tango
en las conquistas de los corazones
si se da la ocasión?”

Animo, que solo hay una segunda oportunidad, aprovechadla.
GAVION.

5 de junio de 2009

DICCIONARIO POLÍTICAMENTE INCORRECTO

A cambio de un ejemplar de “La Vidriera Irrespetuosa” que le hice llegar por intermediación de un conocido común, Carlos Rodríguez-Braun ha tenido la amabilidad de enviarme un ejemplar de su “Diccionario Políticamente Incorrecto” con una hermosa dedicatoria.

Es un ejemplar de la segunda edición, de 2005, que ha incluido algunas voces nuevas y ha modificado algunas.

A menudo, cuando leo a CRB, y lo sigo tanto en la Razón como en Libertad Digital y la Ilustración Liberal y también he leído su “Estado contra Mercado” me quedo con ganas de decirle: “No pare aquí. Explíquese un poco más”. No solamente porque, dados mis casi nulos conocimientos de economía,  y su manera amena de expresarse me gustaría conocer los conceptos con más profundidad y detalle, sino que me parece que a veces puede confundir a los lectores no iniciados en el liberalismo. Porque en algunos casos, sobre todo cuando emplea la ironía, me da la sensación de que hay quien se puede tomar las cosas al pie de la letra.

Un ejemplo, y espero que CRB no me mande a las hordas teddybautistanas por incluir

 fragmentos de su libro en esta entrada:

“Ideas de izquierda: Moderadas, progresistas, tolerantes. Ideas que no son de izquierda: Extremistas, reaccionarias, intolerantes”

¿Qué progre no pensaría “claro, es verdad” sin caer en la cuenta de la ironía?

Otro ejemplo, la posición ante el aborto: “Aborto: señal de progreso. Nótese que la pena de muerte lo es de atraso” “Feto: Sujeto de ningún derecho” La gran mayoría de la gente lo leerá y entenderá perfectamente que CRB es antiabortista pero la segunda definición, aislada ¿no encajaría en labios de Aído?

Aunque, la verdad, me temo que si me hiciera caso perdería gran parte de su gracia...

Como buen liberal, no tiene ninguna palabra condescendiente o tibia con ninguna clase de dictadura o de abuso (por supuesto las de izquierda, pero tampoco con las de Chile o Argentina o con los crímenes cometidos por estadounidenses en diversas guerras) y también me parece una muestra de liberalismo su postura ante la pornografía. Habla en varias ocasiones de ella y siempre muestra su disgusto por lo que considera una actividad denigrante para la mujer, pero en ningún momento defiende su prohibición o persecución. Y es que resulta muy fácil pedir libertad para lo que nos gusta, pero lo difícil es estar a favor de la libertad para hacer cosas que no nos gustan. Es más, la gente no suele entenderlo. No comprenden, por ejemplo, que se esté en contra de la ley del tabaco siendo una no fumadora a la que le molesta enormemente el humo.

Las voces recogidas en este diccionario abarcan un montón de campos y no son solamente

 cosas o conceptos, sino también nombres propios, principalmente de la política y la cultura. Algunos merecen explicaciones largas y detalladas (como la de Salvador Allende) o simples y demoledoras (como: “Belafonte, Harry: Famoso cantante. Apoyó cuanta dictadura no capitalista había por ahí”) pero todas resultan interesantes y en muchas ocasiones llaman la atención por el  enfoque original que da a las definiciones. 

En resumen, que he disfrutado leyéndolo, pero se me ha hecho corto. 

Así que ardo en deseos de leer su nuevo libro, escrito a medias con Juan Ramón Rallo Julián, “Una crisis y cinco mentiras”, que posodo ha prometido traerme dedicado de la feria del libro de Madrid.

Ya les contaré.