
Cualquiera que haya estudiado un poco de microbiología sabe que la Escherichia coli es una bacteria intestinal. O sea que o bien los alemanes friegan el suelo con aguas fecales o la contaminación viene de otra parte.
Por cierto, solamente por curiosidad lean en la noticia enlazada las declaraciones de los técnicos alemanes.
También hay varias posibilidades: o habían abusado de alguna seta alucinógena o el redactor de la noticia confió en el traductor automático...