No nos hemos muerto.
Hemos estado en un lugar sin Internet (aún hay de esos) y, además, el calor corta tanto la inspiración...
Pero hay varios temas que no me gustaría dejar pasar sin comentar.
Hemos estado en un lugar sin Internet (aún hay de esos) y, además, el calor corta tanto la inspiración...
Pero hay varios temas que no me gustaría dejar pasar sin comentar.
La muerte de Solzhenitsyn (he tenido que mirar mi copia del Archipiélago para escribir correctamente su nombre) y sus numerosos obituarios. Los unos, recordando su rechazo al “estalinismo” como si no fuera el estalinismo el comunismo en estado puro, los otros recreándose (pero con razón) en el vergonzoso recibimiento que tuvo en el 76. A mí me impactó “Archipiélago GULAG”, claro, como en realidad todos los que describen brutalidades, pero yo ya estaba más que al tanto de lo que pasaba en la URSS, no como los europeos del 73.
Las medidas del ministro Sebastián, que parecen de broma. El caso es que parecen inspiradas en los incentivos a las externalidades positivas que propone Tim Harford en su “Economista Camuflado” que casualmente leo estos días. Pero siempre me surge la misma duda: si las ideas son tan buenas ¿por qué imponerlas? No hizo falta obligar a nadie a pasar de la vela a la bombilla eléctrica y en cuanto a dejar la corbata en verano, la verdad, los que se escandalizaron por eso es que no han visitado oficinas públicas hace muuucho tiempo.
La liberación de De Juana y el debate sobre la redención de penas, la cadena perpetua, las medidas adicionales en la liberación...Es sangrante que, una vez condenado a 30 años de igual qué mas delitos cometas porque las redenciones cuentan desde los 30 y no desde los que te caigan. Eso está ya cambiando. Pero lo peor es que semejante tipejo salga de la cárcel y aún se le homenajee y él se jacte de su pasado en un escrito (¿preferiríamos un sistema penal como el de “1984” que solo liberaba a los presos una vez que volvían a amar al Gran Hermano?).
Este año el 10º Festival del Tango de Buenos Aires es en agosto. Ignoro los criterios que han hecho cambiar la fecha de diciembre a febrero y de febrero a agosto, pero Gavión no se lo perderá y hará la crónica para sus incondicionales (que son muchos más que los míos, Google Analytics dixit).
En fin, os dejo ya. He recibido el nuevo número de “La Ilustración Liberal” y tengo ganas de leer la entrevista que hace Antonio Golmar a Zoé Valdés.
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