4 de octubre de 2009

Geografía tenguera XXVI- Soledad Villamil y la inmateriabilidad del tango

No soy muy aficionado al cine, que me parece por lo general una actividad sobrevalorada y una artesanía (que no un arte) en la mayoría de los casos plebeyizada. Sin embargo, uno de mis fetiches tangueros, soledad Villamil, acaba de estrenar en España una película dirigida por Campanella y coprotagonizada por Darín: “El secreto de sus ojos”. Yo vi esta comedia-thriller el mes pasado en Buenos Aires el día siguiente a su estreno en los cines que la INCAA tiene en la Plaza del Congreso, justo enfrente de esa librería, madriguera de liberales, que allí tienen las Madres de Mayo. La entrada me costó 4 pesos, aproximadamente 0.80 euros. La peli está bastante bien, a pesar de Darín, cuyo mejor mérito es lo bien que hace de argentino película tras película. Campanella ha adquirido en su paso por Hollywood algo que no tenía. De todas formas, de las cuatro películas de Campanella que yo conozco (“El mismo amor, la misma lluvia”,”Luna de Avellaneda”,”El hijo de la novia”, y esta última) me quedo con “El mismo amor, la misma lluvia”. Este nombre es un guiño tanguero del director, pues es una estrofa de un precioso tango de Cadícamo y Tinelli llamado” Por la vuelta”, al igual que “la vidriera irrespetuosa” lo es de Cambalache, y tiene algunas escenas memorables como aquella del joven director de obras de arte y ensayo que acaba a tortas con sus espectadores por no entender nada de su película. Pero no voy a hablar de cine, ni de Campanella ni de Darín, pues carezco de esa sensibilidad, al parecer generalizada, que hace ver pose de gran actor a lo que a mí me parece el gesto de un tipo al que le cuesta respirar. Yo vine aquí a hablar de Soledad Villamil.


Conozco y sigo a la Villamil desde hace diez años y he hablado con ella en varias ocasiones. La primera vez que la vi fue en un espectáculo que marcó época. Un espectáculo tierno, evocador y divertido llamado Glorias Porteñas en el que se hacía un recorrido por la historia musical de los años 20-30-40. Fue en Diciembre del 99 en el C.C.del Sur, en la calle Caseros, donde empieza el barrio de Barracas. Pasearon más tarde el espectáculo por algunas ciudades, entre ellas Madrid, donde actuaron en la casa de América. Villamil era por esas fechas, una joven actriz, cantante y presentadora de televisión con la capacidad de llenar el escenario de ingenuidad, y así ha seguido siendo hasta ahora. Curiosamente muy alejada de los papeles que interpreta en el cine, con personajes de carácter y contradictorios.


En el espectáculo de Glorias Porteñas (como digo estupendo y aún muy recordado) compartía escenario con dos compañeros guitarristas y cantantes que hoy en día son de lo mejor, cada uno en su estilo, de la escena bonaerense. Bryan Chambouleyron y Silvio Cattaneo. Bryan colaboró con Morgado y con Lidia Borda y lleva ya varios discos en solitario. Todos estupendos por ellos mismos y por la labor de recuperación de temas algo olvidados de la época dorada .Toca y canta sin más acompañamiento que su guitarra, y lo hace de maravilla. A poco que te guste el tango no puedes perdértelo si tienes la ocasión. Silvio conserva su nombre artístico de Glorias Porteñas: Ofidio Della Sopa y se dedica al tango humorístico algo asainetado. Un tipo de espectáculo que tuvo mucho éxito y que trata de recuperar. El es el autor de sus propias canciones y el director del espectáculo, para el que cuenta con un dúo de guitarras llamado “Las cuerdas flojas”. Es un genio aunque su humor es profundamente porteño, y por tanto difícilmente exportable. Precisamente estuve hace unos días oyéndolo en La vaca profana en la calle Lavalle, riéndome a mandíbula batiente en la presentación de su nuevo disco “Propulsión a tango”. Cuando acabó, estuvimos compartiendo faso y cerveza. Un tipo estupendo al que tampoco podéis perderos si llegara la ocasión.
Volvemos a la Villamil. Una vez agotado el proyecto de Glorias Porteñas le perdí el rastro hasta que fui a ver le película “El mismo amor...” en el espacio cultural Tita Merello que creo recordar que está en la calle Maipo. Después la volví a ver en “El oso rojo”. Otro periodo sin saber nada de ella hasta que se me cruzó en el C.C.de la Cooperación a donde había acudido a ver a Jacqueline Signaut. Resulta que son amigas y cantó algunas canciones con ella. Estuvimos hablando y le pregunté por sus proyectos. Me dijo que iba a hacer una película con Peretti. La peli se llamó “No sos vos, soy yo”, una divertida aunque algo ácida comedia. Grabó al año siguiente un disco estupendo que gano el premio Gardel al mejor disco de música ciudadana de hace dos o tres años en el que introdujo además de tangos algún que otro tema de folclore argentino.El disc se llama “Canta” y la verdad es que le quedó perfecto .En agosto del año pasado fuimos a oírla en el marco del festival Mundial de tango al Teatro ITF. Cantó los temas de este último trabajo , pero amenazó con la pronta publicación de uno nuevo. Así pues ,en esta última excursión austral fui al Torcuatto Tasso, donde actuaba. Para este último disco le ha “robado” a la Signaut a su arreglista y director musical, Jose Teixidó. Teixidó es un músico estupendo y aunque a mí no me guste demasiado este último trabajo, es cierto que tiene un aire algo alejado de las cavernas rioplatenses sin duda buscando algo más tibio y digestivo. No me acaba de convencer que introduzca boleros e incluso alguna copla, pero si el mundo ha sido capaz de sobrevivir al trío formado por Willy Nelson, sus trenzas y julio Iglesias, será capaz de sobreponerse a esto. Tendré que oírlo unas cuantas veces a ver cómo envejece.
Soledad, Bryan, Silvio, en fin, vaya escuela la de Glorias Porteñas. Los amantes del tango lo llevamos en el corazón.

Voy acabando. En este último viaje a Buenos Aires ,estuve en un espectáculo en la confitería del Hotel Castelar, en Av. de Mayo. En este hotel estuvo hospedado García Lorca (Federico para los amigos) el año1933 en el estreno austral de su obra “Bodas de sangre” en el Teatro Maipo. Llegó para una semana y se quedó varios meses cometiendo el error de volverse, y a las pruebas me remito. Pero la historia no se puede cambiar por mucho que nuestros electos ladronzuelos lo intenten. Actuaba un grupo de tres guitarras-cantantes uruguayos llamado “Los cigarros”, porque eran hombres y cantaban en vez de laburar. Me harté de oír milongas uruguayas, candombes y Fox-trot, que al parecer es algo habitual en las murgas carnavaleras de Montevideo. Lo cuento porque “es este un proyecto de reconocimiento tanguero entre las dos orillas del río de la Plata, de forma que actúan artistas uruguayos en lugares emblemáticos de Buenos Aires y grupos argentinos en locales notables de Montevideo. Este programa es parte de uno más amplio en el que estamos trabajando para que el tango obtenga el reconocimiento de bien cultural intangible (o algo así) por parte de la ONU...” ahí ya desconecté de la charla, que yo cuando oigo la palabra ONU dejo de atender, no sea que me cuelen un discurso de Gadafi. Además ¿qué demonios quería decir eso de “bien cultural intangible”? Porque puestos a tocar, si dejas de lado a este gobierno y a su más infame representante (la carnicerita de los Gazules) que se hartan de tocarnos los cataplines, no hay nadie que toque más que los músicos. Tocan el violín, tocan el bandoneón, tocan el piano. En fin, por tocar que no quede. No entiendo lo de la intangibilidad del tango. Pues bien, hoy he leído en la prensa que el Tango, junto al silbo gomero, han sido declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO. No era la ONU, sino la UNESCO (tanto monta) y no era intangible, sino inmaterial, menos mal. La reunión de estos prohombres ha sido en Abu Dhabi, que como todo el mundo sabe tiene gran peso en el circuito de los patrimonios de la humanidad y no hay constancia de que los registros sonoros aportados por Gomeros y Rioplatenses no hayan sido intercambiados de forma fortuita, aunque eso tampoco tiene importancia, pues dudo que notaran el gazapo los expertos de la UNESCO. En cualquier caso y, aún sin saber si esto es bueno del todo, enhorabuena. También ha sido reconocido con este curioso honor, emanado de tan dudosa corte, el Tribunal de la Aguas de Valencia y el Consejo de Hombres Buenos de Murcia. Espero que esto no sea el principio del fin de estas dos cortes milenarias y milagrosamente a salvo de los manejos de la vice y su faldero fiscal.

GAVION

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡juas, juas! muy bueno lo de la ONU y los chorizos. Eso es lo que son unos chorizos.