25 de mayo de 2013

EL ESTADO DEL BIENESTAR Y EL ABUSO DE PODER.

Hace unos días, el periodista Arcadi Espada publicaba una columna repugnante sobre el aborto en la que venía a decir que habría que hacer obligatorio el aborto por razones eugenésicas (aunque, en un ejemplo más de tergiversación, él llamaba eugenesia a ¡dejar nacer niños discapacitados!) porque de lo contrario los irresponsables padres cargarían a la sociedad con la responsabilidad de mantener a sus hijos.
Creo que mi posición sobre el aborto la he explicado muchas veces y que las ideas de Espada se comentan solas, por eso este comentario va a tratar no sobre el aborto en concreto sino  sobre el argumento que se empleaba para justificarlo.
El Estado del Bienestar, que es la vaca sagrada de la civilización europea, si se analiza en detalle se ve que es el instrumento perfecto para que los políticos dominen todos los aspectos de tu vida.
Primero: se justifica en que el Estado considera que los ciudadanos son tan manirrotos que no son capaces de prever sus necesidades presentes y futuras y ahorrar en consecuencia, por lo que el Estado debe obligarles a ahorrar (ya sabemos cómo). Recordemos que el Estado de Bienestar no pretende que, entre todos, paguemos la educación, la sanidad, las pensiones o el mantenimiento de las personas incapaces de ello, sino que entre todos paguemos lo de todos. La mayor parte del dinero que te quita se supone que es para ¡dártelo a ti!
Segundo: una vez que ya está aceptado que es necesario que te quiten el dinero para administrártelo, es que ni siquiera te consultan qué prefieres. Se limitan a decir cuánto tienes que pagar y ya decidirán ellos en cada momento cómo se lo gastan: qué asignaturas se dan en las escuelas, cuál es el modelo educativo que van a tener tus hijos, qué prestaciones sanitarias están o no incluidas, qué pensión vas a cobrar y qué condiciones tienes que cumplir para ello… ¿se imaginan que cualquier empresa de seguros funcionara así?
Tercero: no contentos con considerar a los ciudadanos manirrotos y tontos, encima insultan su inteligencia intentando convencerles de que los servicios que proporciona el Estado son gratuitos (también intentan engañarles diciéndoles que son de calidad, pero ese es otro asunto…).
Cuarto: en el colmo del cinismo, encima intentan convencerte de que no debes procurar ser una carga para los demás porque entre todos te pagan todo. Por eso te recomiendan que lleves una vida saludable, que no fumes, que no comas grasas saturadas, que te pongas el casco, que uses condón, que hagas ejercicio, que no bebas con exceso, que no te drogues… (y, sí, al principio, intentan que lo hagas con buenas palabras, pero enseguida, sin la gente no se deja convencer, demostrando una vez más que son estúpidos, como bien sospecha el Estado, te obligan a ello) … y que no tengas hijos discapacitados.
Cada vez entiendo mejor el sentido de la segunda enmienda…


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