2 de julio de 2008

LA MARAVILLOSA VIDA BREVE DE ÓSCAR WAO


Durante esta semana de vacaciones he leído esta novela de Junot Díaz, ganadora del premio Pullitzer 2008 (gracias por el regalo, pollito) publicada en España por Mondadori.
Un rápido vistazo a Google permite comprobar que se han escrito ya muchas críticas sobre el libro, así que no voy a repetir lo que se lee por allí.
Sí que creo que debe felicitarse a la traductora. La traducción es tan buena que yo estaba convencida que era la lengua original o, al menos, que había sido traducida por el propio autor bilingüe. La vida de Óscar Wao contada en español de España no hubiera tenido ninguna gracia. En cambio el espanglish es el idioma perfecto.
En cuanto al trujillato, que es central en la obra, me gustaría hacer dos reflexiones:
Una, sobre el régimen de tortura y terror (valga la redundancia) que, como no puede ser de otra manera, acompaña a toda dictadura, por pintoresca que sea. No concibo una sensación más terrorífica que la de saberse a merced de tipos conscientemente impunes de sus actos. Es triste decirlo, pero me da la sensación de que la civilización es una barrera muy frágil. La tortura por el simple placer de demostrar quién manda, el carcelero de Abu Ghraib que todos llevamos dentro, florece en cuanto disminuye, siquiera puntualmente, la libertad.
Otra, sobre el propio Trujillo, de quien me contaron de chica alguna anécdota que hizo que me acordara de él leyendo Tirano Banderas. Un tío mío tenía un primo que estuvo alguna vez en misión diplomática en la República Dominicana en tiempos del dictador (ignoro las circunstancias exactas) y contaba que, en un banquete oficial repleto de invitados, y con la euforia de los brindis, se sintió Leónidas magnánimo y decidió nombrar a todos aquellos que se sentaban de él hacia la derecha generales del ejército dominicano. Y no queriendo desairar al resto de los invitados, también decidió otorgarles una prebenda, así que, ni corto ni perezoso, los nombro ¡médicos!

¿Por qué será que todo el mundo considera que lo único que hace falta para ser general es un nombramiento?

Y en cuanto a Óscar Wao...no voy a destripar el libro pero yo creo que hubiera buscado otro final...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre la implacable asociación de violencia y poder como base de nuestra sociedad, tan civilizada que parece a veces, hay un tratado maravilloso de sociología en forma de novela. Probablemente la conozcas. Se trata de "El Señor de las Moscas" de William Golding. Cuando asisto atónito a ciertas reacciones de mis queridos congéneres, suelo recordar la tesis que sostiene el libro sobre cómo se constituyen los pilares de una sociedad estructurada y jerarquizada. Si os preocupa saber porqué hay violencia desde el momento en el que se crea un colectivo humano, no os lo perdáis. A mi me ayudó a comprender un poco más la parte incomprensible de la mente humana.

Zuppi dijo...

Sí, Marco, tienes mucha razón. A mí también me impresionó "El señor de las Moscas". Y es que el mito del buen salvaje ha hecho tanto daño...

pollito dijo...

Zuppi ¿tu leíste "La fiesta del chivo", de Vargas Llosa, que también trataba de la dictadura trujillense? Me gustó muchísimo.

Zuppi dijo...

Creo que no he leído "La fiesta del chivo", pero de dictadores, la verdad es que creo que el "Tirano Banderas" es la mejor...