Aparte de pasarlo estupendamente (las monjas siempre son muy buenas anfitrionas), tuve ocasión de añadir una nueva imagen a mi colección de letreros curiosos. En realidad, es una pareja de letreros.
En una casa de Pontevedra:
Y en la casa de enfrente:
1 comentario:
No sólo es humor, sino que, además, es verdad.
Enhorabuena por las bodas de oro en la profesión... de fe.
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