23 de septiembre de 2011

IMPUESTOS E INMERSIONES (actualizado).

Hace días que todo el mundo habla, escribe, comenta, opina, sobre el impuesto al patrimonio y la famosa sentencia de la inmersión lingüística.
No voy a entretenerme en resumir las distintas posturas.
Pero voy a decir que me llama la atención las pocas opiniones que entran en el fondo del asunto, en lo fundamental.

A mí me importa un pito que el impuesto de patrimonio afecte a 100.000 o a 500.000 personas, que lo paguen los ricos o los "acomodados", que se recaude mucho o poco dinero y que ese dinero sirva para luchar contra el paro juvenil o para comprar gambas.

A mí lo que me importa es que es un impuesto injusto porque grava con impuestos cosas que ya fueron gravadas en su día, un año tras otro.







A mí me importa un pito que el catalán sea o no la lengua propia de Cataluña, que esté en extinción, que la inmersión sea un sistema estupendo para aprender un idioma, que no proteste nadie por él, o que sea o no un sistema constitucional.

A mí lo que me preocupa es que es un sistema injusto porque limita la libertad de los padres para educar a sus hijos como mejor les parezca (como TODO el sistema público de enseñanza, habría que añadir).


A mí lo que me preocupa, mucho, es que a la clase política le importe un pito si las medidas que propone son justas o injustas, sino solamente si convienen o no a sus intereses (de cualquier tipo). Porque eso significa que, en realidad, se creen con derecho a hacer CUALQUIER COSA.

ACTUALIZACIÓN: Vaya, por supuesto, Su Santidad lo expresa muchísimo mejor que yo.

12 comentarios:

posodo dijo...

Ya, zuppi, pero es que tu vas al fondo de la cuestión, mientras que los políticos, e incluso los periodistas, tienen que marear la perdiz, porque si no, se les acaba el chollo.
Un saludo.

Zuppi dijo...

Pero es que es desesperante que la política se haya convertido en la búsqueda de la utilidad, no en la búsqueda de la justicia.

Alberto Mes dijo...

Cuanto más se grava y se grava,la cosa se agrava.

Jordi Lalueza-Fox dijo...

Pues yo de ti no estaría tan segura de que en el caso de que trasladaras a Su Santidad tus inquietudes no te encontraras con que aprueba la inmersión lingüística como instrumento formativo diseñado por pedagogos -que no por políticos- para los niños que van a vivir en tierras catalanas. Hombre de una cultura inalcanzable para todos los constructores y seguidores del blog sin excepción, tuvo la deferencia de dirigirse en catalán al público que lo siguió durante la ceremonia de benedicción como basílica del templo de la Sagrada Familia de Barcelona, señal inequívoco de que considera al catalán como lengua de cultura amén de como lengua de comunicación entre los integrantes de una comunidad, entre los que por cierto un alto número son a la par integrantes de la comunidad católica, practicantes en su mayoría como buena parte de los miembros del actual gobierno catalán.
No deberíamos pensar sólo en la realidad de las grandes urbes cuando reflexionamos sobre la coveniencia o no de saber catalán o euskera en las respectivas Comunidades Autónomas que tienen implantado algún modelo de inmersión lingüística, sino en la realidad de los pueblos del interior donde la vida transcurre en catalán o en euskera de la manera más normal. En los pueblos del interior de Gipuzkoa, en muchos de Bizkaia y de Navarra la vida transcurre en euskera, y en muchos pueblos del interior de Catalunya la vida de cada dia transcurre en catalán. Luego, si los padres velaran concienzudamente por la plena integración de sus hijos en las tierras que nos ocupan intentarían dotarlos de las más de las herramientas posibles para conseguirlo; si esos niños ya de adultos se vieran en la necesidad o en el deseo de instalarse en Ripoll, en Sant Joan de les Abadesses o en Batea su integración sería mucho más rápida, mucho menos traumática y mucho más productiva si fueran fluidos en el manejo del catalán.
Sobre la lectura política de este asunto debería prevalecer la lectura cultural y la lectura social. ¿Qué ventaja pues podría tener para esos niños futuros catalanes de bien no dominar el catalán cuando los niños aprenden con inusitada facilidad los idiomas sin suponerles ningún menoscabo en su capacidad de aprendizaje de otras materias?

Zuppi dijo...

De nuevo se hace patente lo que decía en mi entrada. Yo estoy segura de que muchísimas personas desean que sus hijos aprendan catalán, vasco, gallego, valenciano o bable e incluso inglés, francés, alemán o chino mandarín. En España, hay gente tan rara que hasta desearía que aprendieran español. Y también sé que muchos padres (y no solamente el Papa)están convencidos de que la mejor forma de aprender un idioma es la inmersión. Y que el papa respeta el catalán, (¡faltaría más!) igual que lo respeta cualquier persona con dos dedos de frente.
Pero yo no quería discutir sobre eso. Quería discutir sobre por qué no pueden los padres elegir en qué lengua se enseña a sus hijos. Y, sí, seguramente, si uno vive y piensa vivir toda su vida en un lugar de una sola lengua, prefiera esa, pero a lo mejor no es esa su idea y prefieren una lengua con mayor alcance ¿acaso es eso pecado?
Y, por cierto, nadie ha sido capaz de explicarme todavía por qué algunas personas, cuando escriben en español, emplean "Catalunya", o "Bizkaia" y, sin embargo, cuando se expresan en inglés usan "Catalonia" o "Biscay" y en francés, "Catalogne" o "Gascogne".

Jordi Lalueza-Fox dijo...

Hay algo que no consigo seguir de tu razonamiento, luego no sé si contesto acertadamente a la pregunta... No sé entender exactamente entre qué lenguas estás presuponiendo que quieren elegir los padres para su educación. El castellano es asignatura curricular lógicamente y la aprenden con soltura todos los niños catalanes (y vascos), y después aprenden una lengua extranjera con ya menos soltura. Si están en Catalunya pues es mejor que aprendan catalán como te digo, es de lógica. No sé exactamente qué otra idea propones. Porque la idea de estudiar en el Liceo Francés, en el inglés o en el alemán para aprender de manera más fluída esa primera lengua extranjera pues ya existe desde siempre diría yo, y por supuesto allí también aprenden castellano y catalán,
A mi difunta madre y a su hermana se las llevaron sus padres a England my England, y se escolarizaron allí con pocos añitos en inglés sin que les supusiera ningún trauma, no había alternativa, pero es que tampoco le vería mucho sentido de que hubiera habido una alternativa, para escolarizarlas por ejemplo en... ¿castellano allí?
En cuanto a la pregunta...No sé si es el caso de las demás gentes a las que te refieres. Exacto, en el caso de dirigirme a no hispanoblantes utilizo el término Catalunya convenientemente traducido al idioma respectivo pues podría darse el caso de que por ejemplo algún amigo mío iraní y angloparlante no consiguiera situar el término Catalunya en su grafía genuina. Para los hispanohablantes utilizo los términos en su grafía genuina pues a todas luces los reconocerán. No hay más, al menos en mi caso.
Yo fuí escolarizado en catalán, y sólo le veo ventajas a esa opción que decidieron mis padres (por aquel entonces era todavía una opción), el manejo desde bien pequeñito a alto nivel de dos lenguas (o más) es una clara ventaja para poder aprender después una tercera, y una cuarta... Yo es que no le veo desventajas al sistema actual.

Anónimo dijo...

¡Pero qué perra con el tema!
¿No se dan cuenta estos tipos de que los que estamos en contra de la inmersión liberticida no lo estamos por "inmersión" (aquel que quiera, que se inmersione) si no por "liberticida"?
Sr. Lazuela,a mi me gustaría poder gozar de las mismas opciones que sus padres tuvieron con usted, pero ya ve que el nacionalismo me lo impide.
El nacionalismo es fascista por definición y por vocación porque coloca al individuo al servicio de la idea, y no al contrario, y la inmersión obligatoria es una herramienta para conseguirlo.
Y por supuesto que si en England, your England, hubiese una demanda de contribuyentes aceptable, debería existir escuelas públicas en chino, en castellano e incluso en catalán.
El Papa es hombre de inmensa cultura,ya lo sabemos, pero todos tenemos nuestro corazoncito y no nos gusta que nos estén recordando nuestras míseras limitaciones. El Papa, decía, es hombre de inmensa cultura, y el latín, muerto, se ha convertido en una especie de lengua vehicular de la Iglesia, pero no por ello debes superar un examen de declinaciones para acceder al templo los Domingos. Ni siquiera se la exige, y estaría justificado por eso de la reciprocidad, a los miembros practicantes del actual gobierno catalán.
VIL.LINGÜISMO

Jordi Lalueza-Fox dijo...

Alguien que se dirige a los que no opinan como él con el calificativo de "tipos", y además desde el anonimato, sólo consigue presentarse como un grosero. No por más chillar ni por más descalificar al prójimo se acaba teniendo más razón, como bien sabe Benedicto XVI, hombre pacífico y de cultura. Por otra parte, creerse en pos de la verdad absoluta sí que es lo más cercano al fascismo. Yo sólo estoy informando a los lectores de este espacio inmaterial como buenamente sé y desde la experiencia, sin descalificar a nadie, por si a alguien le sirve. El contrapunto y la disensión no son de por sí perniciosos. El error de algunos opinadores sobre este tema estimo que es situarlo en el plano político, cuando quienes marcan las directrices sobre los modelos de inmersión son los pedagogos en los respectivas comunidades lingüísticas, ya sea en Catalunya, en Gran Bretaña, en Alemania o en Suecia. Aparecer aquí dando lecciones de cómo deberían proceder los pedagogos ingleses -supongo que también una banda de tipos fascistas a tenor de algunas opiniones aquí vertidas- con sus inmigrantes me parece una osadía. Suecia está reclutando infermeras y médicos españoles -a los que por cierto consideran muy bien formados-, pues bien, una vez firmado el contrato y antes de llevarlos a su país, les empiezan a dar lecciones de sueco, las cuales siguen ya en tierras escandinavas; por más que la mayoría de suecos sepan inglés, han de aprender el sueco. No parece muy razonable, pues, que nos planteemos intentar convencer a los suecos, a los ingleses, a los alemanes y a los catalanes de cómo deben actuar en este aspecto. Finalmente creo que, en todos los países, los técnicos que en los diferentes departamentos gubernamentales, elaboran las bases sobre las que se erigirán las leyes merecen un respeto, ya sea los ingenieros agrónomos, médicos, veterinarios y biólogos que elaboran las bases técnicas sobre las que se construye la ley de seguridad alimentaria como los pedagogos, docentes y lingüistas que elaboran las bases de la ley de educación.
Conviene también tener presente que el Parlamento Europeo avala expresamente la política de inmersión lingüística de Catalunya, institución que dista mucho de poderse considerar como una banda de fascistas.

vil.lingüismo dijo...

En el diccionario de la Real Academia Española la palabra "tipo" no tiene significado despectivo hasta la novena acepción. Es más, en las primeras se puede leer :
modelo ejemplar, símbolo representativo de una cosa, ejemplo característico de una especie, persona extraña o singular... y así hasta la novena en la que ya hace referencia a un matiz despectivo. Por otra parte, ser un buen tipo, jugarse el tipo por alguien o mantener el tipo frente a la adversidad no deja de ser una lectura positiva del término. Además, en mi país de adopción se usa, quizás en damasía, sin absolutamente ninguna connotación, ni buena ni mala, como quien usa hombre o persona.
Por el contrario,la palabra "charnego" que ustedes usan quizás tambien en demasía, hace referencia en su primera acepción con caracter despectivo al inmigrante de otra región de España de habla no catalana.
Tipo es una gran palabra. Charnego el resultado de una mentalidad racista.
Por otra parte no creo que nos pongamos de acuerdo porque usted parte de una base que yo no comparto y que, además, es falsa sociológica y legalmente, y es que el catalán es la lengua propia y única de su comunidad,al igual que el inglés en Gran Bretaña, el sueco en Suecia o el alemán en Alemania, dando usted rango de nación a lo que no lo es. Y podrían serlo, yo les animo a ello.
Pedagogos los hay de todos los pelajes, incluso los hay que piensan como yo, y no como usted. Lo que pasa es que en una profesión como esa, donde todos o casi todos viven del dinero público, solo se oye a aquellos que comulgan con los que les dan de comer. Aún así aceptaría su jacobina forma de entender la tutela educativa si se la aplicara al que quisiera. Yo sólo pido, ya se lo dije en el anterior comentario, poder elegir, como hicieron sus padres.

Zuppi dijo...

En primer lugar, Vil.lingüismo, me alegro de que hayas aprendido a escribir con tu nombre y no te tomen por un anónimo, aunque firmes al final del comentario.
En segundo lugar, Jordi: efectivamente, lo que yo propongo es, ni más ni menos que que sea el ciudadano y no el político el que decida en qué lengua se inmersionan los niños (cada uno los suyo) y en igualdad de condiciones. Porque, a ver, si uno elige la lengua que quiere el político de turno, tiene la educación gratuita. Si es en una lengua extranjera, tiene que pagar y si es en la lengua materna de gran parte de los catalanes, sencillamente, no puede hacerlo. ¿Por qué parece que con un par o tres de horas semanales se obtiene un nivel aceptable de español o de inglés y para aprender catalán hace falta sí o sí la inmersión? ¿por qué no dejar que se elija inmersión en inglés, que abre más puertas? ¿o en castellano, que es también lengua oficial? ¿por qué no basta con un nivel "aceptable" de catalán? Seguramente más aceptable que el nivel de sueco que adquieran los enfermeros que van a trabajar a Suecia...
¿Por qué piensan que la libertad acabará con el catalán si no acabó la dictadura?

Jordi Lalueza-Fox dijo...

Si no se había empleado el término "tipo" con ánimo despectivo mejor. Yo hubiera utilizado uno más neutro, pero cada uno es bien libre de expresarse como le parezca, sabiendo eso sí que lo que quede escrito permanecerá (aunque desconozco si por mucho tiempo). Por otra parte, no hace falta que personas anónimas animen más a una parte de los catalanes (significativa o no, esto todavía es cierto que no se puede saber, y que sólo un referéndum arrojaría alguna luz al respecto) a obtener el rango de nación, pues ya lo hacen personas como el Sr. Gregorio Peces Barba con sus intervenciones espeluznantes e indignantes sobre los bombardeos que sufrió Barcelona en 1938. De verdad, no hace falta que nos animen más.
Por otra parte es cierto que desconozco los pedagogos que al parecer están en contra de la inmersión lingüística, si alguien afirma que los conoce pues yo me lo creo; lo que pasa es que repito que el Parlamento Europeo y por tanto se supone que los pedadogos (imagino que independientes) a los que consultaron también. Aún así, podría darse el caso de que todos ellos estuvieran equivocados, con lo cual estarían equivocados los gobiernos de Gran Bretaña, de Alemania y de Suecia..., por lo cual yo sí que animo a que se dirijan los incrédulos a todos ellos por escrito para alertarles de su error.
Y vuelvo a insistir, no son los políticos (por suerte afirmarán algunos) quienes elaboran las estrategias educativas de la comunidad catalana, británica, alemana o sueca, sino los técnicos. De la misma manera que son los técnicos que elaboran las estrategias de seguridad alimentaria por la vía de armonizar las estrategias elaboradas en el Parlamento Europeo por otros técnicos (médicos, microbiólogos, farmacéuticos, veterinarios). Si los incrédulos o los que disienten de la estrategia de inmersión lingüística lo que quieren indicar es que disienten del criterio de los técnicos sin suponérseles a ellos ningún conocimiento pues lo siento pero a mi no me van a encontrar para cuestionar por sistema el criterio de los diversos grupos técnicos que elaboran cada ley. Como científico que soy creo en el valor que aportamos al buen devenir de la sociedad las personas cualificadas. No dudo de que también los habrá de sobornables, pero yo no los cuestiono a todos ellos por el mero hecho de que lo que proponen no me gusta. Un poco pues de respeto para ellos, pues es la única manera de que podamos exigirlo para lo que en nuestro campo cada uno de nosotros ejerza.
Yo sólo quiero intentar explicar a los que tengan a bien de leerme que el beneficio de escolarizarse en catalán en Catalunya es superior al de hacerlo sólo en castellano, y que no tiene porque suponer ningún menoscabo en el conocimiento de la lengua de Cervantes. Además de esto, y por si ustedes no lo sabían, el dominio del catalán nos da muchos más conocimientos para aprender francés sin ir más lejos, pues muchas de las más complicadas estructuras gramaticales del francés tienen equivalencia en catalán y no en castellano.
Finalmente, es cierto que la dictadura del general Franco no acabó ni con Barcelona, ni con el catalán ni con los catalanes. Desgraciadamente para mi y mis hermanos, y mi padre y su hermana y su madre, sí que acabó con mi abuelo, que murió a consecuencia de los bombardeos del 38, privándonos a nosotros de poder compartir la infancia con uno de nuestros abuelos, y privando a sus familiares de seguir compartiendo su presencia. A pesar de todo ello, mi padre -que sobrevivió al frente con 18 años- no nos inculcó ningún atisbo de odio hacia los que alentaron aquellos bombardeos ni tan siquiera hacia los que de manera infame nos los recuerdan ahora. Nuestros padres y la escuela catalana y de ideario religioso en la que me eduqué me formaron en la cultura y en el respeto para que ahora pueda estar exponiendo estos hechos a quien quiera tenerlos en cuenta en esta plataforma inmaterial.

vil.lingüismo dijo...

¡SI SEÑOR! ¡¡VIVA LAS CADENAS!!